Dice San Juan de la Cruz que de los siete pecados espirituales, este es en el que más caen los principiantes porque son como bebés que se engolosinan rápido y porque no hay comparación a las dulzuras de Dios. Por eso, si se las quitan, lloran o desfallecen por la abstinencia. Hay tres cosas que alimentan la gula espiritual: el asombro, la curiosidad y el deleite. El apetito desordenado por estas tres cosas se traduce, en el goloso espiritual, en una adicción a las "experiencias", los "conocimientos" y los "excesos".
martes, 14 de julio de 2020
lunes, 13 de julio de 2020
Los 7 pecados espirituales (IV): la ira espiritual.
domingo, 12 de julio de 2020
Los 7 pecados espirituales (III): la lujuria espiritual.
En
la lujuria espiritual hay que diferenciar
entre dos extremos:
sábado, 11 de julio de 2020
Los 7 pecados espirituales (II): la avaricia espiritual.
viernes, 10 de julio de 2020
Los 7 pecados espirituales (I): la soberbia espiritual.
Lo primero que dice de la soberbia espiritual es que es típica de los principiantes en la vida espiritual. Así que si nos sentimos reflejados es señal de que no estamos tan "avanzados" como creemos (justo eso es la soberbia espiritual). A los principiantes que se esfuerzan durante bastante tiempo en ejercicios de piedad (novenas, rosarios, etc.) y en hacer buenas obras, Dios les otorga un gran fervor. Un fervor que son capaces de "sentir". Esto lo hace Dios para animarles a perseverar cuando lleguen a la sequedad, recordando ese fervor que llegaron a tener. El peligro de "sentir" fervor siendo además esto real, es creer que es señal de santidad Porque cuando pensamos en los santos nos llegan a la cabeza, el corazón ardiendo de San Felipe Neri, el éxtasis de Santa Teresa o el "celo" de San Francisco Javier. Curiosamente no caemos tanto en la noche oscura de la madre Teresa o en las luchas contra la acedia de los eremitas.