domingo, 18 de mayo de 2014

Orden y belleza en el pensamiento medieval (III)



Acabamos de ver la importancia que poseen las ideas de orden y de estabilidad en todo el pensamiento medieval. Ahora reflexionaremos sobre algunas de las implicaciones que dichas ideas han tenido y tienen en el pensamiento y la mentalidad de occidente, pues su alcance ha ido más allá de la edad media. 

Las ideas de orden y estabilidad de corte neo-platónico tuvieron un carácter precursor respecto del paradigma de la modernidad occidental, el cual las ha llevado a sus extremos teórico -en su pensamiento y su filosofía- y práctico -en su concepción de la sociedad-. 


Este carácter hiper-ordenador de la modernidad ha sido ya advertido por académicos como De Sousa Santos, que sostiene, muy acertadamente a nuestro juicio, que lo que él denomina 'pilar del control' se ha impuesto sobre el 'pilar de la emancipación' [1] hasta dar lugar a formas sociales en extremo rígidas y poco creativas como son las actualmente normativas en occidente.

Los 4 niveles de interpretación del símbolo



Son conocidos los cuatro niveles de interpretación que estableciera Dante en su Convivio (literalmente 'Convite' o 'Banquete'). Resumidamente estos niveles son: 
  • el literal,
  • el alegórico, 
  • el tropológico (también denominado a veces moral o filosófico) y
  • el anagógico (a veces llamado teológico).

Dante especifica que a excepción del literal o histórico, los otros tres son alegóricos, pues provienen de alle, extraño, otro. Es una idea común que este esquema proviene de Dante, pero aunque Dante es la referencia clásica, como buen autor tradicional, él hereda y transmite este conocimiento. Según Dante da a entender es un procedimiento que aplicaban los escolásticos a la lectura e interpretación de la Sagrada Escritura. Pero tampoco ellos fueron sus descubridores.  

sábado, 17 de mayo de 2014

Esoterismo cristiano: el Avemaría (y II)



Hemos visto ya cómo la oración del Avemaría contiene en su interior el Nombre de Jesús tal y como la Virgen María contuvo en su seno al mismo Jesús. 


Volvamos por un momento al esquema que presentamos para visualizar el sentido en que se mueven las dos partes de la oración de María: la salutación angélica en sentido descendente y la plegaria el pueblo de Dios en sentido ascendente. 




Esoterismo cristiano: el Avemaría (I)



Como todo símbolo sagrado, la conocida oración del Avemaría, rezada cada día por millones de cristianos en todo el mundo, oculta en su interior sentidos y significados que van más allá y completan el sentido que muestra su forma exterior; forma que, en este caso, por tratarse de una oración verbal, la proporcionan las palabras. La forma misma de esta oración, como veremos, es parte de la enseñanza mística que se pretende transmitir.

Como es sabido el Avemaría consta de dos partes: una primera de salutación y bendición a la Santísima Virgen y una segunda que es una plegaría que los fieles y toda la Iglesia le dirigen en tanto Madre de Dios.  

miércoles, 30 de abril de 2014

Orden y belleza en el pensamiento medieval (II)




Como hemos apuntado en ocasiones anteriores la antropología medieval concebía al ser humano como mediador entre Dios y el mundo de modo que, en virtud de la analogía entre exterior e interior, tal y como el hombre debía restaurar el orden y equilibrio primordiales en su alma, debía también restaurarlos en el mundo que le rodeaba. El hombre era entonces concebido como un trabajador o jornalero divino, siguiendo la parábola de los trabajadores de la viña (Mt. 20:1-6), que imprimía un orden divino a la creación con cada una de sus acciones, que como en toda perspectiva tradicional tomaban un carácter sagrado.  

Las características fundamentales que persigue el pensamiento medieval son principalmente dos: 
  • orden 
  • estabilidad

Estas ideas según lo que hemos dicho el hombre medieval buscaba imponerlas a su alrededor, imprimiéndolas en la creación caída para redimirla y hacerla así partícipe de la Gran Obra de la salvación. Es importante advertir que tales características no son más que la transposición al mundo exterior del estado que debía alcanzar el alma humana al ser restaurada a su estado primigenio, es decir el alma de aquel que actualizando sus potencias deviene en Hombre Primordial. 

Es a través de la ciencia de la arquitectura como más explicitamente se muestran estas ideas en la práctica, por ello es estudiando el simbolismo arquitectónico como mejor comprendemos esta antropología o ciencia del hombre. 

martes, 29 de abril de 2014

Orden y belleza en el pensamiento medieval (I)



Orden platónico y pensamiento medieval: la imagen medieval del universo.

Es sobradamente conocido que el pensamiento medieval tenía una inspiración marcadamente platónica. Para la antropología cristológica medieval el hombre es un microcosmos, lo es al menos en potencia, ya que tras la caída ha perdido su semejanza divina. Es labor de esta vida restaurar dicha semejanza y para ello es imprescindible el trabajo interior de la ascesis o vía purgativa. 

Para esta antropología tradicional hay una profunda analogía o equivalencia entre el mundo exterior del hombre y su mundo interior -su alma-. En esta analogía se basaba toda la medicina medieval, así como también otros conocimientos como la magia y las astrología, todos los cuales estaban estrechamente relacionados entre sí, formando un sistema simbólico completo y comprehensivo que abarcaba toda la realidad en todos sus aspectos y dimensiones. Un conocimiento parcial, que no estuviera vinculado, genealógicamente unido, con el conocimiento de los principios supremos -la metafísica-, carecía de sentido y era inimaginable. Ésta cualidad híper-comprehensiva u holística es una de las características más propias de todas las cosmovisiones y antropologías tradicionales: no dejan fuera de su cosmología ningún aspecto de la realidad, por lo que todas ellas dan lugar a concepciones del universo cerradas y completas en sí mismas. El universo equivale entonces a la totalidad de la manifestación (y de la no-manifestación), fuera del cual queda todavía mucho más, el Infinito. 


Esta cosmovisión es fácilmente aprehensible mediante su representación gráfica, una de las cuales, aunque no la única,  es el Árbol de la Vida de la tradición cabalística. 


domingo, 27 de abril de 2014

Sobre el nombre de este blog

Porqué este blog se llama Agnosis.


a-. Prefijo que denota privación o negación. (RAE)

gnosis. (del griego) Conocimiento. Dícese del conocimiento absoluto e intuitivo, especialmente de la divinidad. (RAE)


"De lo que precede resulta que el hombre puede, desde su existencia terrestre, liberarse del dominio del Demiurgo o del Mundo hylico, y que esta liberación se opera por la Gnosis, es decir por el Conocimiento integral. Señalemos que este Conocimiento nada tiene en común con la ciencia analítica y no la supone de ningún modo. Es una ilusión muy extendida en nuestros días creer que no se puede llegar a la síntesis total más que a través del análisis; al contrario, la ciencia ordinaria es totalmente relativa y, limitada al Mundo hylico, tiene la misma existencia que éste desde el punto de vista universal.

R. Guénon, El Demiurgo. 


El hombre moderno, presa de la agitación constante en que está sumido vive en la nesciencia metafísica y espiritual. Atento siempre a la manipulación de innumerables objetos de diversa índole de los que se rodea de manera compulsiva, envuelto y casi ahogado en su propio ruido, carece del tiempo y la actitud necesarios para la observación pausada y detallada de algo, siquiera él mismo. Sus mismas facultades al respecto están mermadas, sus sentidos embotados. El hombre de nuestro tiempo no conoce la experiencia del silencio. Apreciamos esta merma de sus capacidades en lo difícil y esforzado que nos resulta "escuchar", por ejemplo, durante unos pocos minutos una pieza musical.

El velo que oculta la Realidad presente bajo los infinitos fenómenos es cada vez más grueso y opaco gracias al desarrollo de toda una realidad virtual, cada vez más vasta, propiciada por el hiperdesarrollo de la tecnología. Estas virtualidades, celebradas como progresos, veneradas como verdades divinas, invaden como un grotesco diluvio el imaginario mental del hombre, anegan su alma, cercenando su creatividad y dirigiendo su propia capacidad imaginal, haciéndose por tanto cada vez más difícil traspasar esta nueva cortina de pseudo-mitos y alcanzar el centro de uno mismo.