miércoles, 6 de enero de 2016

Simbolismo del petróleo (y II)

Parte Segunda: la liberación de los Titanes. 



"La luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo." 

Frase pronunciada por el Dr. Tyrell en el film futurista y distópico Blade Runner (1982)


Dejemos a un lado el a
nálisis simbólico de la denominación de 'oro negro' que hemos abordado hasta aquí y dirijamos ahora nuestra atención al producto en sí. 

Sabemos que el petróleo es un 'combustible fósil', producido a lo largo de millones de años de maceración intraterrestre, pero, y esto es muy significativo, pese a este largo proceso sufrido durante millones de años su origen último sigue siendo solar

Es decir, estamos ante subproducto 'solar' que ha sido trasformado -transmutado- en el interior mismo de la tierra, lo cual encaja asombrosamente con el análisis simbólico que hemos desarrollado hasta aquí: una suerte de símbolo solar invertido, negativo y de origen inferior. 

Para mostrar con mayor claridad lo que decimos y sus implicaciones simbólicas proponemos la siguiente imagen gráfica. 

martes, 5 de enero de 2016

Simbolismo del petróleo (I)

"Se cierne ahora sobre el mundo una época implacable. 
Nosotros la forjamos, nosotros que ya somos su víctima."

J.L. Borges, 'Deutsches requiem' (1932).

Debido al olvido generalizado del sentido simbólico el hombre moderno vive apegado a interpretaciones generalmente muy prosaicas y simplistas del mundo que le rodea. Estas interpretaciones, además de no proporcionar al hombre un sentido trascendental de su existencia que le sea útil para su vida cotidiana -lo que sí hacían los antiguos mitos-, proporcionan un marco idóneo para la difusión del discurso falaz y manipulador del poder. Así por ejemplo los pseudo-mitos del progreso, la democracia o la igualdad; o tantos otros que sería largo citar. 

Consideramos que a estas alturas toda persona bien informada -que busca críticamente sus fuentes de información- posee un conocimiento básico de la problemática ecológica -y por ende social, pues en rigor estos ámbitos no pueden separarse- a que nos enfrentamos en la actualidad como consecuencia de haber edificado toda una civilización sobre la explotación central de un único recurso, del que esta sociedad es por completo dependiente: el petróleo. 


En las próximas líneas queremos dejar a un lado los habituales análisis materialistas acerca del tema, plagados de cifras, estadísticas y estimaciones, para plantear la cuestión del significado simbólico del petróleo y asimismo analizar qué consecuencias sutiles conlleva el hecho de convertir este extraño producto de la naturaleza en la fuente de energía principal de toda una sociedad industrial, un recurso sin el cual es simplemente imposible que esta siga en marcha y siendo lo que hoy es. 

miércoles, 25 de noviembre de 2015

'Adiós a Matiora': crónica del fin del mundo.


Las mujeres de Matiora, símbolo de la resistencia del 
mundo tradicional frente al 'nuevo orden' de la modernidad. 
"¡De qué modo culpan los mortales a los númenes! Dicen que las cosas malas les vienen de nosotros, 
y son ellos quienes se atraen con sus locuras infortunios no decretados por el destino." 
Homero, Odisea.

"La historia es una pesadilla de la que intento despertar."
J. Joyce, Ulises.


Con Proshchanie -en España titulada 'Adiós a Matiora' (1983)-, nos acercamos a una obra cinematográfica excepcional. 

Largometraje basad
o en la novela de Valentin Rasputin 'El adiós a Matiora' (1976)- y firmado por el director ruso Elem Klimov, lo que le convierte en una obra maestra del séptimo arte no es su indiscutible calidad técnica y formal sino su poder de comunicar unos contenidos que podríamos calificar de míticos, con una profundidad y una armonía tal que la obra trasciende la forma cinematográfica y se eleva a un nivel pocas veces visto en la historia del cine. 

Como otros largometrajes de Klimov -pensemos en 'Agonía' (1975) y en 'Ven y mira' (1985)-, acercarse a este film supone, como pararse ante cualquier obra de arte auténtico, una experiencia que conmueve y desvela en lo más profundo el alma del espectador. 

viernes, 20 de noviembre de 2015

Simbolismo de la caza

Diego Velázquez, Cabeza de venado (1)
Óleo sobre lienzo, Museo del Prado, 1626-28.
"La caza mayor no la cultivo, matar un animal mayor que una liebre me da grima. Esos corzos y esos ciervos tienen ya los ojos muy humanizados, es un vertebrado muy evolucionado y no soy capaz de disparar sobre ellos. Ya la misma liebre me da una cierta dentera matarla cuando no queda muerta del tiro. En cambio, otras especies, la perdiz, la codorniz, me parecen de pronto blancos menos cruentos porque a la perdiz no la ves sangrar, la abates de una perdigonada."  
(Miguel Delibes en entrevista realizada por Manuel Leguineche para El País, 10 de septiembre de 1978) 

Las anteriores palabras pertenecen a un escritor conocido por su amor por la naturaleza así como por su gran pasión por la caza. No dejan de sorprender unos argumentos como estos que, en lo esencial, no distan mucho de los esgrimidos actualmente por los más radicales ecologistas y animalistas, tan de moda. Es fácil comprobar que los argumentos de estos últimos van solo un paso más allá de los arriba expuestos y su lógica es la misma aunque conduzcan a menudo a una reductio ad absurdum.

jueves, 27 de agosto de 2015

New-age: pseudo-espiritualidad y contra-tradición (y IV). La gran ceremonia de la confusión.



Finalmente intentaremos esbozar algunas conclusiones acerca de las implicaciones profundas que supone un fenómeno social tan extendido, y a la vez tan poco definido, como este de la nueva espiritualidad 'alternativa'. Para empezar enumeremos muy brevemente las conclusiones a que hemos llegado hasta el momento. 
  • En primer lugar hemos mostrado que la new-age se desarrolla en la 'zona de sombra' del paradigma materialista y racionalista en que nos encontramos y que no dudamos en identificar con la modernidad misma. Es por ello un movimiento confuso y oscuro, de mensajes calculadamente ambiguos e incluso contradictorios, que evita siempre ser  estudiado y categorizado. Es parte de su esencia impedir ser adecuadamente definido. 
  • En segundo lugar hemos visto que esta pseudo-espiritualidad, enteramente exterior y superficial, posee innegables rasgos postmodernos -el gusto por lo exótico, el igualitarismo democrático, la falta de rigor frente a la unidad y cohesión doctrinales de toda tradición auténtica, la libertad personal y el juicio propio como derechos irrenunciables, la negación de todo principio de autoridad y por tanto el rechazo de todo verdadero maestro, etc...-  lo que la convierte no solo en un acabado 'signo de los tiempos' presentes con una enorme deuda con el punto de vista protestante de la espiritualidad -lo cual tendría ante todo un interés sociológico-, sino también en la 'forma religiosa' -pseudo-religiosa en realidad pues es una falsificación de las formas religiosas verdaderas- más idónea para los tiempos de la postmodernidad, tan 'democráticos' y enemigos de todo dogmatismo... Y puesto que esta pseudo-religión ocupa el espacio que en las sociedades tradicionales ocupaba la religión, suplantándola, la new-age se erige en la 'falsa doctrina' propia de los últimos tiempos. Por esto no sorprende en absoluto que sus seguidores sean partidarios cada vez más explícitamente de abolir la viejas religiones y sustituirlas por una nueva 'religión universal' -en la que suponemos cada cual podría practicar y participar a su manera en virtud del principio de libertad individual- lo cual nos será 'vendido' como un progreso más, un progreso sin duda en la actual espiral descendente que sigue la civilización moderna... 
  • Por último podemos advertir que, contrariamente a lo que se cree, esta 'nueva espiritualidad' no solo no debilita o combate el paradigma civilizatorio de la modernidad sino que se nutre de él y a la vez lo fortalece. Lo fortalece en particular debido a su carácter 'anti-tradicional', perceptible sobre todo en su intención de falsificación y suplantación de las tradiciones auténticas a las que ataca desde fuera o intoxica desde dentro bajo pretexto de re-inventarlas y modernizarlas. Por tanto no es exagerado decir que la 'nueva espiritualidad' es hoy por hoy el mayor enemigo de toda verdadera espiritualidad así como de todo aquel que persiga sinceramente un acercamiento a la Verdad última. 

Nos encontramos por tanto ante una influencia maléfica de primer orden cuyas sugestiones están desviando a muchos del camino auténtico. 

Por ello, para quien pueda pensar que nuestros argumentos resultan un tanto exagerados recurriremos a continuación al simbolismo tradicional -universal y eterno- para comprobar sin margen de duda el carácter maléfico e infernal de toda la 'nueva espiritualidad'.

New-age: pseudo-espiritualidad y contra-tradición (III). Californismo y contra-culturas.


New-age y contra-cultura.


Después de todo lo dicho hasta ahora no puede extrañar que la new-age se difunda de forma especialmente exitosa precisamente 
entre aquellos sectores sociales que presentan un estado más avanzado de disolución social e intelectual y que son por lo general los que abrazan más explícitamente los ideales del globalismo, la multiculturalidad y el rechazo de toda identidad, en definitiva los ideales más propios de la postmodernidad. Y tales sectores suelen ser precisamente aquellos que se presentan como 'progres', 'alternativos' e incluso muy a menudo como 'anti-sistema'. 

No se trata de una simple coincidencia. Se hace necesario advertir la 'unidad de proyecto' que subyace bajo la aparente diversidad de movimientos sociales y 'modas culturales' que, aunque se disfracen de reivindicativos y 'alternativos' -o precisamente por ello- forman parte de las fuerzas del globalismo. 

No debe olvidarse además que en occidente la descomposición social e intelectual es mucho más avanzada entre la juventud, vaciada por completo de identidad y de tradiciones y adoctrinada desde su infancia -por parte de la educación obligatoria y los mass-media- en la 'cultura del palimpsesto', el rechazo por todo lo pasado -empezando por la cultura de sus propios padres- y la consideración de todo vestigio de identidad colectiva como el más grave peligro para la 'paz social'. 

En definitiva, y como sucede tan a menudo, son los sectores sociales más progresistas, aquellos que conforman la vanguardia cultural y la 'contra-cultura' los que suponen la punta de lanza de la postmodernidad, también en lo que respecta a la pseudo-espiritualidad por paradójico que pudiera parecer. Así, más que perfilarse una 'alternativa' al grotesco orden cultural y espiritual actual tal y como dicen representar, lo que suponen en realidad es un preocupante adelanto de lo que está por venir. 

miércoles, 26 de agosto de 2015

New-age: pseudo-espiritualidad y contra-tradición (II)


New-age y pseudo-espiritualidad.



Hasta aquí hemos visto de qué modo la new-age está enraizada con las tendencias más disolventes y propias de la postmodernidad: 
  • acercar lo que es más lejano, a lo que se otorga un halo especial como si fuera mejor por ser extraño o exótico; y
  • alejar y despreciar lo propio, lo cual se desprecia en primer lugar por ser propio. 

De hecho parece haber una inclinación no solo hacia culturas y tradiciones alejadas en el espacio sino también y quizá especialmente hacia aquellas alejadas en el tiempo, lo que lleva a intentar 'reconstruir' o 'resucitar' restos de tradiciones desaparecidas, con la consiguiente perversión de las mismas pues no se comprenden en absoluto desde la perspectiva moderna. Por otra parte en tanto que se carece de la necesaria continuidad en su transmisión puede decirse que cualquier labor que se haga con las mismas está destinada al fracaso y es en sí misma contra-tradicional. 

Los ejemplos más evidentes de lo que decimos son los casos de Egipto y la nueva y sorprendente moda del neo-paganismo. Ambas tendencias tienen una fuerte presencia en los círculos new-age. El caso de Egipto es particularmente significativo pues parece recorrer todo el ocultismo y la 'zona de sombra' desde su mismo origen, allá por el siglo XVIII -el 'siglo de las luces'...-, hasta la actualidad. Egipto y sus dioses parece que nunca pasan de moda, y su imaginería ha sido reivindicada tanto por tendencias relativamente ingenuas que no pasan de lo ridículo como por desviaciones ocultistas a todas luces maléficas.