viernes, 6 de marzo de 2009

Reflexiones sobre Hermes (IV).

Hermes y San Cristóbal.


La figura de Hermes ha pervivido en otras tradiciones más recientes. A este respecto señalamos aquí su relación con san Cristóbal y con los arcángeles, al menos con cuatro de ellos.

Cristóbal, del griego Cristóforos, portador de Cristo. El mítico santo cristiano es un conocido símbolo iniciático y muy empleado en la tradición alquímica (que recordemos se autodeclara como hermética y remonta su origen al mismo Hermes Trismegisto).

Debemos advertir que Cristo, comúnmente entendido como deidad solar por ser la luz verdadera que ilumina el mundo, siempre ha sido comparado al oro -y a otros símbolos tradicionalmente solares como el león-, en particular en el simbolismo metálico propio de la alquimia. Así encontramos que san Cristóbal:
  • Fulcanelli relaciona a san Cristóbal con lo mercurial, añade además que las representaciones góticas de este santo eran pintadas de color gris metálico. (El misterio de las catedrales).
  • En tanto que mercurial guarda relación con Hermes-Mercurio.
  • San Cristóbal lleva sobre sus hombros el ‘oro alquímico’ (Cristo), que será la piedra filosofal, en sus primeras fases.
  • Sirve así de guía y soporte al mismo durante una peligrosa fase de la ‘Gran Obra’ entendida como el proceso iniciático (R. Guénon).
  • Cruza las aguas inferiores (el río turbulento) que tratan de arrastrarlo (aquí el río tiene el mismo significado que el mar tempestuoso en el mito de Jonás).
  • Aludiendo a otro simbolismo lleva al sol (Cristo) sobre sus hombros: Mercurio es el planeta que anuncia al sol, alegóricamente se puede entender que lo arrastra tras de sí.
  • Ya hemos mencionado antes la estrecha relación entre Hermes-Mercurio y el dios solar Apolo, su hermano mayor, del cual es el heraldo.
  • Este simbolismo solar de transporte se puede relacionar asimismo con la mitología egipcia, san Cristóbal cumpliría así el papel del barquero del mundo inferior que guía al sol por la noche del mundo inferior (el viaje nocturno del sol por el otro lado del mundo después de ponerse en el horizonte). En efecto este viaje también se produce sobre las aguas, en este caso del mundo inferior, las mismas aguas que deben cruzar las almas de los muertos. Este simbolismo del cruce de las aguas es común a muchas tradiciones y lo encontramos también en la tradición greco-latina bajo la forma de Caronte. Encontramos aquí referencia al psicopompos y al guía cualificado para penetrar el mundo inferior (algo que lo emparenta sin duda con la tradición chamánica).
  • La relación entre Caronte (que se acompaña del perro Cerbero) y Anubis (deidad con cabeza de perro o chacal) en este caso no debe ser menospreciada.
  • La tradición medieval hacía de san Cristóbal un santo africano, a quien describen las fuentes griegas como κυνοκηφαλοι, kunokefaloi, "cinocéfalos". Las fuentes latinas tradujeron el término por canineus, "perruno". Esta extraña tradición originó que se representara iconográficamente a san Cristóbal con cabeza de perro lo que le pone en relación directa con Anubis, el dios egipcio de la muerte y el tránsito de las almas. Vemos cómo las correspondencias no son para nada casuales.
  • El hecho de que la leyenda de san Cristóbal provenga de África y a él mismo se le considere según las fuentes ‘africano’ o ‘bereber’ refuerza esta hipótesis de su relación con la deidad egipcia.
  • Este papel de soporte y guía del dios solar en su peligroso viaje al mundo inferior puede estar haciendo referencia a la inquebrantable fuerza de voluntad de que debe hacer gala lo mental (lo anímico) en el transcurso del trabajo iniciático para llegar a la otra orilla (la de los ‘nacidos dos veces’) sin ser arrastrado por las pasiones y los pensamientos incontrolados generados por la naturaleza más inferior, mercurial y plomiza. Siguiendo esta interpretación vadear el río vendría a simbolizar la ‘muerte iniciática’, la muerte a ‘este mundo’ para alcanzar el segundo nacimiento, la otra orilla. En tal caso el río embravecido sirve de frontera y límite que el neófito debe cruzar decididamente lo que parece relacionarse una vez más con la figura de Hermes como dios de tránsitos, cruces y fronteras.
  • San Cristóbal es patrón de los arqueros, disciplina tradicional de claro simbolismo solar y vinculada a Apolo en la tradición grecolatina. Incluso en algunos casos esta atribución del arte de la arquería pasó al mismo Hermes.
  • Como patrón de los viajeros y caminantes, y en concreto de los peregrinos, ¿podemos ver aquí una nueva referencia al cuadro ya mencionado de El Bosco, ‘el peregrino’? Río, perro, bastón, todos ellos son símbolos asociados a san Cristóbal.

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